Las Materialidades que Develan la Violencia l Xavier Delgado Vallejo
Inicio esta mirada de la obra Falsos Improbables de la reconocida coreógrafa Thalía Falconí, interpretada por la décima generación de la Carrera de Danza de la Universidad de las Artes, cuyos intérpretes creadores leen un texto a manera de manifiesto, el mismo que nos pone en contexto de la dureza que habita la puesta escena; uno de ellos, al final de la obra, con la voz quebrada nos dice “Uno de nuestros compañeros fue apuñalado esta semana en la ciudad de Guayaquil”, terribles palabras, en momentos terribles para nuestra patria, no puedo dejarme de conmover de la fortaleza de estos jóvenes artistas y decisión de evidenciar las capas complejas que entretejen su danza, su entorno, su proceso formativo, y el universo creativo que está flotando y se vuelve una neblina densa durante la obra.
La puesta en escena habita el campo de las artes escénicas expandidas, dialogando con la transdisciplinariedad, tensionando muy acertadamente elementos como lo audiovisual, lo sonoro, lo corporal, la instalación.
En escena una televisión, un soporte de video que está latiendo permanentemente, certificando testimonios de los intérpretes en el proceso de la puesta en escena; además de visualizar los artilugios del proceso de construcción de la obra en los ensayos, vemos en la pantalla escenas del proceso en las aulas de la U. Artes, develando su intención meta-teatral que construye otra capa de lectura.
Falsos improbables Colectivo OMNIA (Universidad de las Artes (Guayaquil)
Este develamiento se manifiesta constantemente también en la construcción corporal, donde en ciertos momentos se patentizan los mecanismos de las premisas que construyen las escenas, los conteos, las improntas; sucesos que nos aterrizan en el carácter cotidiano de la búsqueda estética, volviéndose un elemento un tanto brechtiano que aporta al carácter autorreferencial y personal de Falsos Improbables, donde van apareciendo los sentires e inquietudes de los intérpretes en entrevistas reales y ficcionales, exponiéndonos a cuestionamientos sobre las relaciones de poder, el gobierno y cómo estas decisiones de lo político coaccionan sus cuerpos, sus puntos de vista y su mirada; audios y textualidades que se convierten en lanza, ¡fuera Noboa!, dicho de varias maneras, en audios, en videos, en una pancarta que se sumerge en el negro mar, quizás esto sea incómodo para muchas y muchos, recuerdo que hace años una maestra me dijo “el arte no es político”, menos mal nunca le hice caso, el arte históricamente ha sido un punto de inflexión a las normativas imperantes; esta decisión colectiva liderada por Falconi, encuentra su principal acierto en que no es literal o panfletaria, es sugestiva y subjetiva a través de imágenes absolutamente poéticas de este desgaste social y humano.
Falsos improbables Colectivo OMNIA (Universidad de las Artes (Guayaquil)
Aparece de pronto un mar hecho de plástico negro de donde emerge o se sobrepone la imagen de un ser que resiste, que no se doblega, que sigue vivo en medio de esa inmensidad. Se me viene a la mente la definición de lo contemporáneo de G.Agambem que nos habla de “Percibir las tinieblas del tiempo”, un valor importantísimo de esta puesta en escena, que nos permite leer desde las imágenes que construye estas tinieblas de lo que significa ser un estudiante en la ciudad de Guayaquil, expuesto a diferentes grados de violencias y criminalidad, no en vano uno de los materiales predominantes es esta pieza son las fundas de basura negras, que son vestuario, mar, sonido, huella de lo marginal, cubierta de cuerpos muertos, una textura extremadamente fuerte y definitoria en esta creación.
Me sorprendió gratamente el nivel técnico de los intérpretes, que evidencian en sus cuerpos una muy buena formación y guía, a pesar de cierto desbalance en la manera en que asumen la interpretación más allá de los tecnicismos; hay cierto vaciamiento de la presencia que me llamó la atención, entiendo la línea en que se la abordó: una dramaturgia absolutamente corporal, pero en ciertas ocasiones se vuelve un estereotipo de la danza contemporánea ese permitir que lo que se sucede en el cuerpo no afecte el rostro, la mirada, la presencia, no lo deje ser vulnerable, romperse y quebrarse; creo que cada una y uno de los intérpretes irá encontrando este camino en la evolución y repetición de la obra y de sus propias carreras artísticas, pero considero importante decirlo, porque me generó preguntas como espectador ¿Cómo abordamos la presencia o ese “estar en escena” en la danza?, ¿Cómo nos relacionamos con el otro o estamos conscientes del proceso comunicativo que las artes escénicas establecen?.
Falsos improbables Colectivo OMNIA (Universidad de las Artes (Guayaquil)
En cuanto al lenguaje corporal me parece que apostó por encontrar la manera personal de moverse de cada una/uno, un movimiento animal e instintivo que nos atrapa en su devenir; hay ciertos momentos más grupales, un par de unísonos que son interesantes en la medida en que abren este espacio meta dancístico, que nos permite leer el origen de las escenas, la dramaturgia corporal nos deja ver el oficio y experticia de una coreógrafa con un camino tan largo como comprometido, como es del de Thalía Falconi.
Otra de las capas fundamentales de la puesta y la que quizás genera este gran hilo dramatúrgico, es la sonoridad construida por Federico Valdez, sonoridad que nos logra transportar a diferentes estados emotivos y de una riqueza compositiva admirable, esta sonoridad esta “contaminada” también de los testimonios, de los gritos, de las consignas de las manifestaciones en contra del gobierno, convirtiéndose también en un documento auto testimonial que expande la narrativa de lo corporal y lo visual, ampliando el panorama semiótico.
Falsos improbables Colectivo OMNIA (Universidad de las Artes (Guayaquil)
Hay algo en el final que aún falta desarrollarse ya que no fue tan claro ni para mí, ni para el público, ya que le resta la potencia rítmica y simbólica de la que viene cargada, y que no es para nada lineal o aristotélica, dejándonos un lugar de apertura a pensar y reflexionar sobre las diferentes materialidades y marcas de un sistema violento.
Una propuesta que, quizás para muchos, es motivo de molestia, dado que toma un posicionamiento claro y no lo disimula, desde mi mirada esto es su mayor valor, me dio mucha esperanza, en su raíz etimológica “esperar”, esperar que vengan tiempos menos violentos y caóticos, esperar que más nos traen los jóvenes creadores y bailarines y sus nobeles voces, esperar que ese compañero apuñalado que mencionaron al final esté bien y pueda volver a escena con resiliencia y cargado de una nueva voz.
Falsos improbables Colectivo OMNIA (Universidad de las Artes (Guayaquil)
Salí del teatro conmocionado, con muchas preguntas, con la belleza de la imagen de ese negro mar con un sobreviviente, con ese ¡fuera Noboa! y fuera todos los violentos en la piel y el subconsciente.
Ficha técnica
Obra: Falsos improbables
Dirección y coreografía: Talía Falconi
Creación Sonora: Federea
Intérpretes-creadores: Génesis Calderón, Arlette Barreras, Xiomara Coello, Genesis Fonseca, Andrés Jordan, Cristhian Loor, Rebeca Muñoz, Ximena Pacheco, Michael Santana, Milena Solis, Melany Villegas, Alex Yupanqui, Naomi Vélez.
Diseño de luces: Aracely Sánchez
Técnico de sonido: Mauricio Bombón
Producción: UARTES, Ella y el Otro
Xavier Delgado: Artista-Investigador. Coreógrafo-Bailarín-Gestor Cultural.
Más en : https://www.elapuntador.net/portal-escenico/xavier-delgado-vllejo?rq=xavier%20delgado%20
