TEATRO TECAL. Una constante búsqueda escénica sobre lo bogotano l Fernando Prieto Jr.
Muchos artistas y grupos escénicos teatrales han tenido una relación de amores y desamores con Bogotá en algún momento de su historial; podría mencionar por ejemplo a Campitos que a través de su sátira política del momento deleitaba en los cafés santafereños al público presente, por allá a mediados del siglo pasado (creería que Campitos fue para Colombia lo que Ernesto Albán para Ecuador), representando personajes típicos de la ciudad de aquel entonces. En tanto que Miguel Torres teatralizó hechos históricos, con La siempre viva (1994) llevó a las tablas las consecuencias de la toma del Palacio de Justicia por el M19; Pawel Nowicki puso escena la dificultad misma de hacer teatro, Por qué el teatro en Bogotá es imposible (1995).
La sombra y la luna, las fantasmas de La Candelaria. Foto Jesús Zambrano
Luis Enrique Osorio principalmente, pero también Jorge Plata, Juan Carlos Moyano, Eddy Armando, Jairo Aníbal Niño, Fabio Rubiano, entre otros, han escrito obras donde Bogotá es personaje o lugar.
Realmente me quedo muy corto mencionando a los que conozco y no conozco, a los que han hecho, de la capital colombiana, parte de sus historias, además, de la nueva camada de dramaturgos, grupos y artistas escénicos en general, que se han inclinado por hacer de la ciudad, su campo de batalla, pero bueno, que me perdonen por ahora.
Teatro Tecal es una de las principales agrupaciones de Colombia y Suramérica que, con una experiencia de más de 40 años creando historias, se convierte en uno de los grupos que más ha indagado sobre la cultura de la capital colombiana.
La sombra y la luna, las fantasmas de La Candelaria. Foto Jesús Zambrano
Desde tiempos memorables, el Tecal a través de su dramaturgia, principalmente de Crispulo Torres, pero también de Mónica Camacho, quienes aparte de escribir las historias que colocan sobre la escena, son los directores, gestores, productores y formadores de un teatro distinto, se han interesado por crear piezas que den a conocer historias a veces perdidas, ocurridas en Bogotá, podemos ver entonces Pequeño Poder (1988) sobre el bogotazo y, en Cambio y Fuera (1993) unos personajes más bien típicos de la cultura cachaca alrededor de la ocurrencias puestas en un teléfono gigante, también vimos en Preludio para andantes (1991) un nefasto concierto que podría haber ocurrido en alguna sala de recitales de la capital o en Vamos a matar a los gaticos (1991) basada en el cuento de Álvaro Cepeda Samudio, montada en un elevador asfixiante de la Bogotá absurda. Y después pudimos ver Los investigadores donde una joven busca historias de amor ocurridas en la ciudad, creando en el momento su propia historia (1996) o Radio Novela en un acto (2000) donde un radio cobra vida en el año político de 1957 en la casa de una mujer cualquiera mientras plancha, también Canción breve par una ciudad frágil (1996) un copilado de obras cortas, en su mayoría también ocurridas en Bogotá, todas las anteriores escritas de la mano de Crispulo Torres, pero del lado de Mónica Camacho también tenemos Ciudad Vacía (2003) ilustre obra sobre personajes en una ciudad abandonada, perseguidos por misteriosas sombras, que además gano el premio nacional de dramaturgia.
Me quedo en deuda al hablar de todas las obras escritas por el Tecal, que tienen a Bogotá como actor principal, muchas de ellas ataviadas con canciones de esas que ya pocos escuchan, como el pasillo, la guasca o ritmos más urbanos de una Bogotá de antaño.
Grupo de teatro Tecal. Foto Jesús Zambrano
La más reciente pieza creada por Tecal, La sombra y la luna, Las fantasmas de la Candelaria (2025) desentraña uno de los temas más recurrentes del pop citadino que tiene que ver con esos mitos y leyendas que se van generando a través de los años, basados en creencias religiosas, sociales, de clase o de género; con esta obra pone sobre la palestra al barrio, su historia, los personajes fantasmagóricos que la habitan, pero en especial, a esa necesidad casi sublime de no olvidar a los que forman parte de la historia de la ciudad. Como una constatación de la importancia de no perder la memoria, de la necesidad de contarla hoy a públicos nuevos, como una forma de sostener viva la historia a través del teatro.
¡Larga vida al Tecal y a su teatro bogotano!
Ficha técnica
Elenco
Gina Duarte
Gloria Suescún
Alejandra González
Jhon González
Angie Plata
Felipe Forero
Rosana Becerra
Nicolás Villarreal
Músicos: Adrián Álvarez, Darío Torres. Andrea Aguillón
Directora ejecutiva: Mónica Camacho
Dirección y dramaturgia: Crispulo Torres
Fernando Jr Prieto: Director y dramaturgo de la Petisa Babilonia proyecto teatral multiétnico e itinerante con sede en la carretera.
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