OTRAS MIRADAS l Ave, “la realidad de lo invisible” l Joaquín Cueva
Esta obra boliviana, presentada en el Patio de Comedias y en la en el Teatro de U. Central, como parte de la muestra de autoficción del FIEQ 2025, nos trae la mirada de su autora. Ave es una obra de teatro creada e interpretada por la actriz boliviana Mariana Bredow, sobre la relación de poder y dominio que ejerce constantemente el hombre hacia la mujer. Otros temas son puestos sobre la mesa, como las adicciones, la naturaleza animal del humano, las pasiones y el miedo. Todos ilustrados de manera interesante por la actuación de una única persona, que utiliza mucho al público, sobre todo femenino, para ahondar en su discurso.
Ave. Mariana Bredow
El inicio de esta representación teatral puede ser un poco complicado de comprender para ciertas personas, por lo menos lo fue para mí. La autora nos introduce a su mundo con una manera que está bien trabajada puesto que te sumerge en su historia y sientes que la estás presenciando en ese momento. Pero, a ratos, utiliza un tipo de lenguaje y ciertas referencias que no todos van a comprender y que vuelve esta primera parte un poco lenta. Sin embrago, poco después del primer cuarto de hora, esta fase se rompe y la obra toma una línea más dinámica.
Entendemos que las adicciones de la chica fueron una de las causas que la arrastraron a encontrarse sumergida en una relación con un hombre mayor que ejerció sobre ella un dominio total, lógicamente violento, maltratador, y como sucede en estos casos, ella doblegada por el miedo no se atreve a la separación. El miedo a quedarse sola la detiene junto a ese “malo conocido” del que a veces nos cuesta tanto separarnos. Se entiende que este hombre era una referencia para la chica, pues después de años sigue acordándose de sus palabras, de sus maneras, de su tono de voz y de detalles minúsculos como la baba en las comisuras de sus labios. Además, asumimos, que es él el provedor de las dosis que doblegan su vida y el modo de relacionarse.
Ave. Mariana Bredow
Personalmente, sentí que la actriz tiene una habilidad importante para personificar ciertas emociones y para transmitirlas. Por ejemplo, el miedo, que inicia siendo un limitante y una cárcel para ella, y que termina siendo su herramienta para poder imponerse y escapar. Pero no solo hablo de que superó su propio miedo, sino que ella logra atemorizar al otro, y así romper sus ataduras, como un animal que entiende que si no come va a ser comido; metáfora de su propio resentimiento hacia su maltratador. Es el sentimiento que ella nos quiere hacer sentir a los hombres del público cuando separa de las mujeres y nos mira fijamente a cada uno de nosotros. Los hombres somos ahora los que estamos expuestos, en inferioridad y a merced de ellas; tal como deben sentirse ellas cuando están frente a un grupo de hombres. Por eso es que no estoy de acuerdo con una de las críticas que escuché de otros espectadores, quienes exponían que no está bien separar así a los hombres de las mujeres y hacer ver que los hombres son siempre los culpables y los malos. Claramente los hombres no son siempre los malos, pero seguramente todas las mujeres se han sentido como yo me sentí en ese momento, por lo menos una vez en su vida. Por eso pienso que todo hombre debería ver esta obra, porque logra hacernos sentir esas sensaciones que sabemos que existen pero que, como todo, no podemos comprender hasta que lo vivimos, esa sensación de que te van a destruir, a las malas. Después de presenciar esto, es difícil no tener un poco más de empatía con las mujeres.
Ficha técnica
Texto y Actuación: Mariana Bredow
Dirección: Lorenzo Ariel Muñoz
Produccion: Chacana Teatro y Teatro del Umbral
Diseño sonoro e iluminación: Lorenzo Ariel Muñoz
Asistencia De Producción: Yadira Córdova
Apoyo Montaje Técnico: Mauricio Mariaca y Andrés Ríos
Grabación De Audios: Arturo Salva
Patio de comedias
Junio 2025