Ballet de seres inertes | Genoveva Mora Toral
Ante este planteamiento, posmoderno, en el sentido de habitar el teatro, desafiar, jugar, preguntar a la representación, se entra, sin dudar, a un laberinto complejo de resolver
Un tal Tián Sánchez, que no quiere saber de estar en escena, pero está, representado por…
Un coreógrafo/director ‘incapaz’ de dirigir una presentación/ representación, Y, unos personajes: ellas, perdidas y halladas en el templo del placer escénico…
Ballet de seres inertes. Sin teatro
El primer momento en escena, cómo no, recuerda el famoso gesto de John Cage, nada menos que hace 71 años. Por supuesto que luego vendrían otros happenings -género que subsiste- y que irán multiplicándose a lo largo de la década siguiente, en su época más visible. Hoy, en el Teatro México, en su escenario mientras suena Supernature, y ellas, incluyendo el DJ, o director/coreógrafo, permanecen quietos… sin capacidad de moverse…
Luego escuchamos la voz del coreógrafo que, en resumidas, dice:
“aquí iba una coreografía, esto era algo así como Café Müller de Pina[*]… estamos en pausa por nuestra incapacidad, y por mi declaración de que yo no soy coreógrafo, pensamos que es un gran postdrama, pensamos en contratar un crítico internacional…”
(-By the way- por eso me he demorado en escribir esto, porque me fui a volver del exterior para coger fuerza y poder hablar en post-).
Ballet de seres inertes. Sin teatro
“Dije que sería sincero, soy Tián Sánchez artista de fin de semana, ahí la imaginé…
Nada está bien, llevo meses sin dormir, quise ser como Ulises Lima… en el gesto hay palabras… en la inmovilidad y el silencio también; en fin, ver qué hay detrás de las cosas…
Bailarín es quien quiere hacerlo. Ver qué hay detrás de una coreografía fallida…”
Ballet de seres inertes. Sin teatro
Y siguen las referencias, al infaltable Duchamp, no faltaba más, a Abramovic, a la danza el cuerpo en movimiento, la pausa, el vacío, la nada (menos eso de movimiento interior), los deseos, incluido el amor cibernético.
Y entran in the shirt a ver si así se inspiran, o, si la escalera les permite mirar más lejos, o el paraguas les da vuelo, el gesto sentido, la mirada perdida, pero no…
El coreógrafo retoma su discurso, la presentación/representación avanza, tal como el recuento de los famosos, que en gran medida se vuelve una manera de justificación/deconstrucción de lo que está ocurriendo en la escena; y, con más insistencia, el protagonismo de la teorización, la explicación teórica de por qué se resisten a la representación, por qué su director ya no quiere estar ahí, además aclarar que si Tián no es tal, no importa, todos podemos ser “formas de teatralizar la vida”; anotan que “son un grupo que se pone en situación y no construye personajes”.
Ballet de seres inertes. Sin teatro
Lo cierto es que este ballet de seres inertes no es tan apático como su título pregona, hay una decidida actitud de exponer(se), de hacernos saber que ellxs, ahí en la escena están desplegando un discurso que da razón de aquello que estamos espectando. Desde adentro se ocupan del teatro y su construcción (Una decisión metateatral, a saber, referencia a la propia representación y autorreferencia para crear distintos niveles de sentido), de modo que, a pesar de su insistencia por evadir la representación, los vemos como sus propios personajes, ellos representándose a sí mismos, y sin duda alguna, él a Tián Sánchez.
En realidad, este trabajo, más que en el cuerpo se sostiene en la palabra, diría que hay dos discursos paralelos, una narrativa que se ocupa de comunicar toda esa estructura conceptual que los sostiene y otra que habla del ser humano y de su necesidad de expresar las razones que lo llevan a hacer arte. Si bien el narrador lo hace desde su profundo sentir, no deja de recordarnos que está representando a otro, y nosotros espectadores permanecemos desafiados a permanecer activxs y pensantes, sabemos que todo esto da cuenta de un texto previo, escrito por “ese individuo que ya no figura en el nombre del colectivo y solo sirve para justificar democracia”, que lo ha entregado a este performer , quien le otorga cuerpo y presencia frente a un público que, por cierto, en esa noche, con muy pocas excepciones (como mi vecina de asiento que al finalizar la obra dijo “nunca he visto una obra de teatro tan rara, ¡no entendía nada!), sabía y se divertía con esta ironía y con este premeditado desacato y cuestionamiento al teatro convencional.
Ballet de seres inertes. Sin teatro
Lo que al final de cuentas queda, a pesar de que este tipo de provocación tiene ya su historia en el tiempo, así como las preguntas frente al arte, qué si el contenido es primordial, qué si la mímesis ya pasó a la historia, la fusión entre arte y realidad; los límites de la interpretación; el espectador empujado a ser activo, creativo e intrínsicamente performativo, y muchos etcéteras más, ya han sido hechas. Estos performers/actores/, o como quieran llamarse, aparecen en un momento, en nuestro medio y en el mundo, para incomodarnos más allá del teatro, increparnos a pensar más allá del arte, en toda esta descomposición que estamos viviendo.
No podemos olvidar que los demagogos tienen como tendencia primordial simplificar y dividir el mundo entre buenos y malos, vencidos y vencedores, por eso la importancia y la capacidad del arte para reivindicar en cada acto creativo la complejidad de una sociedad prisionera de falsas estructuras, y en propuestas como la que nos ocupa, leer la necesidad urgente, ahora sí, de no perder identidad, o tal vez en este momento ya deberíamos hablar de recuperarla, ¿quiénes somos verdaderamente? Nos hemos retocado y trastocado en ese mundo paralelo y definitivamente principal llamado ‘realidad virtual’, la pregunta entre teatro y realidad se desplazó hacia lo humano, performers de su propia vida, actores y personajes de nuestra particular existencia.
Ficha técnica.
Título original: Ballet de seres inertes
Año: 2025
Duración: 60 min. (Aprox.)
Autor: Sin Teatro
Genoveva Mora: crítica e investigadora de Artes escénicas, Directora de la Revista El Apuntador
Más en: https://www.elapuntador.net/portal-escenico/genoveva-mora-toral-1?rq=GENOVEVA
[*]La emblemática obra de Pina Bauch, 1978