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Vendrán los alienígenas y tendrán tus ojos l Genoveva Mora Toral

Vendrán los alienígenas y tendrán tus ojos. Maricel Álvarez y Carlos Beluga

Vendrán los alienígenas y tendrán tus ojos l Genoveva Mora Toral

¿El drama está centrado en el quiebre amoroso o en el quiebre humano?  Una de las disyuntivas que el texto de María Velasco, autora y directora, nos plantea, desde la mirada de una mujer, partida, en la mitad de su vida.

Vendrán los alienígenas y tendrán tus ojos. Maricel Álvarez y Carlos Beluga

Que cuarenta años no son nada y son muchos para vivir sin amor.

El pretexto es, sin duda, la ruptura de una relación de pareja a la que ya estaban habituados y acomodados, incluso a la violencia ‘sonora’, que nos la comparten de manera categórica, anunciándonos lo que va a ser la tónica de la estupenda música de esta obra, de hecho, sostenida en crepitantes imágenes y sonido, ironía y buen humor.

De entrada, o, si la mirada de público no aguza en la ironía, podría (como comentaba alguien en redes) ser un drama superficial. Curioso, pero nos viene ‘como anillo al dedo’ diría, para atravesar la máscara de esta pos-posmodernidad, que apuesta entre otras cosas, por relaciones “intercorporales”, porque el otro, como anota Han, el filósofo sur coreano, se ha erosionado, está censurado por mi mismidad que no da paso lo diferente.

Vendrán los alienígenas y tendrán tus ojos. Maricel Álvarez

Sucede pues, que luego del rompimiento del amor, en estos tiempos sin tiempo, si pensamos en la temporalidad virtual, en la que casualmente se sitúa, o mejor dicho, sucumbe esta mujer en busca amor, deseo que escala a la categoría de ovni, porque a este sentimiento ya no se lo reconoce, no se lo identifica, ni ubica. Nos increpa entonces la protagonista -Maricel Álvarez- con un lenguaje que, para quienes hemos rebasado la barrera de los sesenta, apura la búsqueda como si de otro idioma se tratara. Esos anglicismos se han insertado en nuestra lengua y suenan cool, actuales, snobs, y familiares en la jerga de estos habitantes.internautas.

Lógicamente la soledad lleva a la búsqueda del otro, pero al abrir la puerta fácil, la que está a mano, las citas en la nube producen una suerte de poli foto de hombres (¿?) que la entrenan en una gimnasia amorosa nueva, como el sexting intenso, que lo lleva enseguida sufrir el ghosting, palabreja que mi imaginario me remite al ‘mutismo’ del discurso amoroso de Barthes, ante ¡la angustia de la espera de respuesta parsimoniosa del amado! En tanto que ella, en vínculo con estos gerundios, debe torear también a los stalkers; seres y ejercicios todos insalubres e incapaces de proporcionar erotismo real. Porque el amor ya pasó de líquido gaseoso y en esta época del quicky lo han atrofiado, el deseo del otro ha sido suplantado por la comodidad, ya no le hace falta trascender; las citas son un mercado donde se busca lo que el capitalismo ofrece, un abanico de posibilidades que anulan el eros (Byun-Chul Han).

Vendrán los alienígenas y tendrán tus ojos. Carlos Beluga

De modo que la escena primera cobra sentido total, ese internauta que rodea el lecho de esta dama abandonada a la autocompasión, quien, luego de todo el periplo de destrucción, cree que algo sobrenatural ha sucedió para curarla de desamor, para volverla a su condición de humana. Todo esto se consigue con una portentosa actuación y puesta en escena, que teje ciencia ficción y drama de la vida real, discursos dislocados típicos de esta época donde sí o sí, debe incluirse en la tragedia personal, algo de la que vive el mundo, Palestina, por ejemplo, recurso que puede parecer forzado si no se registra el sarcasmo.  Pero, por sobre todo este drama es música, estupenda música, con Carlos Beluga, que hace de su presencia un gran concierto.

Vendrán los alienígenas y tendrán tus ojos. Maricel Álvarez

La mecánica, o quizá mejor la dinámica, del discurso escénico está muy bien medida, para muestra, el discurso sobre los extraterrestres migrando a este recalentado planeta y toda esa retahíla de calamidades que nos conforma se funde en Starman de David Bowie para dar paso al delirio y esperanza de la mujer enamorada “del gato vegetariano y feminista”.

“El amor nos hace disidentes…”

Y ya puestos en la realidad, esta criatura necesita ser coherente, consistente y responsable por eso “…he preparado una lista de Spotify que dura exactamente 6:50 minutos con los temas que quiero escuchar mientras hacemos el amor… durante estas siete horas no voy a consumir, no voy a producir y voy a reducir mi huella de carbono…”

“Vendrán los aliens con su cabeza de eche homo y sonrisa de niño, el extranjero, el extraño …”   se da la fusión final con Space oddity, - otra vez Bowie- sus acordes no llevan al viaje sin retorno que es, en sí misma la vida, retratada en consistente discurso escénico que amalgama poesía, ciencia ficción y un lenguaje teatral que mixtura danza y teatro, para confirmarnos que este mundo donde los afectos se están esfumando, todavía nos queda el milagro del amor.

Ficha Técnica

Vendrán los alienígenas y tendrán tus ojos

Autora y directora, María Velasco

Actores, Maricel Álvarez y Carlos Beluga

Escenografía, José Novoa

Coreografía, Josefina Gorostiza

Diseño sonoro, Tagore González

Diseño de audiovisuales, Albert Coma

Diseño de iluminación, Pilar Valdelvira

Teatro Variedades

Fiesta escénica

Quito, Junio 2025

Genoveva Mora: Crítica e investigadora de Artes escénicas, Directora de la Revista El Apuntador

Más en:  https://www.elapuntador.net/portal-escenico/genoveva-mora-toral-1?rq=GENOVEVA

Habitación Macbeth l Genoveva Mora

Habitación Macbeth l Genoveva Mora